viernes, 22 de mayo de 2009

Cuántas cosas por decir...

Hoy por la mañana me enteré que nuestra amiga Amelia se marchó al otro mundo... La segunda bloguera más mayor del planeta se fue, pero nos dejó el registo de su voz y la imagen de su mirada...

Hoy no he podido evitar el impulso de ir corriendo al enterarme de la noticia al primer ordenador que me prestaron y escribir precipitadamente la dirección de su blog. Y ahí estaba, el que supongo que será el último post, esta vez escrito por ese nieto que, por eso de prestarle un poco de atención a ella y hacerle unos mimos se le ocurrió crearle esa ventana a "el Internet". En esas palabras se notan muchas emociones enfrentadas; tanto serenidad al saber que la vida es un corto viaje, como el cariño y la pena sentidos por esa pérdida.

Hacía poco tiempo que seguía el blog de María Amelia, pero no tardé en hacerme una de sus "blogeiriñas" y, en estos momento me resulta imposible retener unas lágrimas silenciosas mientras escribo estas palabras y recuerdo su rostro y las sonrisas que ella lograba sacar de mi gracias a su sencillez y a su disfrute de las pequeñas cosas de la vida.

Porque muchas veces miramos al cielo y no vemos lo que tenemos a ras de suelo.

No voy a escribirle en su blog... Porque escribirle ahora sería como mi saludo y mi despedida a la vez,... Porque sé que, como las 700 personas que a esta hora han dado su pésame y como su nieto bien dijo, ella nos estará todavía leyendo y "escribirá en el blog que de momento nosotros no podemos leer".

No he podido evitar acordarme de esas personas que tengo a mi lado, personas tan mayores como Amelia, y que quizá no les estoy dando la atención que debería... Y cuando pasan estas cosas lo lamento tanto... ¿Por qué somos tan ciegos en ocasiones y sólo nos damos cuenta de la poca atención que les prestamos a nuestros mayores cuando ocurren acontecimientos como este?

He tenido que ir a buscar un paquete de pañuelos a la habitación para seguir escribiendo...

Ahora sólo tengo el impulso de cerrar aquí y garabatearle a mi bisabuela de 92 años una carta para decirle todo lo que la quiero; que desearía que, al igual que mis abuelos, viviese para siempre; que no quiero que se cumpla aquello que me dijo aquella vez que "no viviré hasta verte ingeniera"... Sólo deseo que aguante día tras día hasta que esto pueda verlo, no pido más...

Sólo deseo que se vaya sabiendo todo lo que la quiero... y que para mí siempre será inmortal.

martes, 19 de mayo de 2009

Ingenieros mecánicos e Ingenieros civiles

- ¿Cual es la diferencia entre los Ingenieros Mecánicos y los Ingenieros Civiles?

Los Ingenieros Mecánicos construyen armas. Los Ingenieros Civiles construyen los blancos