¡Qué cosas tiene el laicismo
cuando quita el freno al carro
y, de desbarro en desbarro,
se lanza ciego al abismo!
¡Qué cosas tiene el laicismo!
¡Qué pandilla de capullos!
Se han metido en un barullo
que raya en el idiotismo.
Quieren que la Navidad
se llame "Fiesta de Invierno"
cuando...ya es fiesta invernal.
Pero a mí me sabe a cuerno
quemado y a necedad
que, por ser fiesta cristiana,
de la noche a la mañana
la pretendan desterrar
despojándola del nombre.
No es que el intento me asombre:
nada a mí me asusta ya.
Mas me sorprende de pronto
que existan tipos tan tontos,
tan absurdos y cretinos
que nos hagan comulgar
con la ruedas de un molino
que no está en la realidad.
Aupados al desprestigio,
creo que apañados están
si intentan erradicar
cuanto contenga el vestigio
de una religiosidad.
Y, ya puestos a quitar,
quítenle a San Jordi el "San"
y déjenlo en Jordi a secas,
vayan a las bibliotecas
y comiencen a borrar
nombres de santas y santos:
¡Curémonos ya de espantos!
Quítenle el nombre al Domingo,
por ser el día del Señor.
Y que no les dé respingo
--no hay motivo ni razón-
el quitarle el nombre al martes
porque es el día del dios Marte.
Y que siga la función.
Indignación les produce
la palabra Navidad,
y el mal trago los conduce
a quererla eliminar
porque les recuerda algo
-aquí yo ni entro ni salgo-
que no se puede negar
porque es una realidad.
Visto que está como cabras,
yo pienso que estos sectarios
borrarían la palabra
incluso del diccionario.
Mas lo que a mí me conmueve
y me apena de verdad
es que se olvidan que en están
en el año 2009,
y da la casualidad
-que no se llamen a engaño-
de que, hace 2009 años,
hubo en Belén de Judá
la primera Navidad.
Lo siento. ¿No están de acuerdo?
¿Les molesta este recuerdo
porque son a él refractarios?
Pues....¡¡¡cambien el calendario!!!
cuando quita el freno al carro
y, de desbarro en desbarro,
se lanza ciego al abismo!
¡Qué cosas tiene el laicismo!
¡Qué pandilla de capullos!
Se han metido en un barullo
que raya en el idiotismo.
Quieren que la Navidad
se llame "Fiesta de Invierno"
cuando...ya es fiesta invernal.
Pero a mí me sabe a cuerno
quemado y a necedad
que, por ser fiesta cristiana,
de la noche a la mañana
la pretendan desterrar
despojándola del nombre.
No es que el intento me asombre:
nada a mí me asusta ya.
Mas me sorprende de pronto
que existan tipos tan tontos,
tan absurdos y cretinos
que nos hagan comulgar
con la ruedas de un molino
que no está en la realidad.
Aupados al desprestigio,
creo que apañados están
si intentan erradicar
cuanto contenga el vestigio
de una religiosidad.
Y, ya puestos a quitar,
quítenle a San Jordi el "San"
y déjenlo en Jordi a secas,
vayan a las bibliotecas
y comiencen a borrar
nombres de santas y santos:
¡Curémonos ya de espantos!
Quítenle el nombre al Domingo,
por ser el día del Señor.
Y que no les dé respingo
--no hay motivo ni razón-
el quitarle el nombre al martes
porque es el día del dios Marte.
Y que siga la función.
Indignación les produce
la palabra Navidad,
y el mal trago los conduce
a quererla eliminar
porque les recuerda algo
-aquí yo ni entro ni salgo-
que no se puede negar
porque es una realidad.
Visto que está como cabras,
yo pienso que estos sectarios
borrarían la palabra
incluso del diccionario.
Mas lo que a mí me conmueve
y me apena de verdad
es que se olvidan que en están
en el año 2009,
y da la casualidad
-que no se llamen a engaño-
de que, hace 2009 años,
hubo en Belén de Judá
la primera Navidad.
Lo siento. ¿No están de acuerdo?
¿Les molesta este recuerdo
porque son a él refractarios?
Pues....¡¡¡cambien el calendario!!!
