sábado, 30 de enero de 2010

DICCIONARIO GALEGO

Resignación: ¡ay que carallo!

Indignación: ¡que carallo!

Cachondeo: ¡bueno, carallo, bueno!

Desplante: vai ó carallo

Inquisitivo: ¡que carallo é!

Contrariedad: tócate o carallo

Cansancio: deixate de caralladas

Ofensa: Este carallo ¡é parvo!

Templanza: ¡cálmate, carallo!

Amenaza: ven, carallo, ven

Negación : non, carallo, non

Negación rotunda: nin carallo nin nada

Juramento: ¡me cago no carallo!

Ira: me cago no carallo, ¡carallo!

Alabanza: é un home de carallo

Duda: o carallo vintenove

Extrañeza: pero ¿que carallo pasa?

Desprecio: pásamo por debaixo do carallo

Animoso: dalle, carallo, dalle

Caprichoso: saíume do carallo

Cualitativo: non vale un carallo

Valorativo: róncalle o carallo

Fatalidad: ten carallo a cousa...!

Agotamiento: xa estou ata o carallo

Picardía: o caralliño

Meteorología: fai un tempo do carallo

Lejanía: no quinto carallo

Probablemente, si no eres gallego no lo entiendas...

miércoles, 20 de enero de 2010

Mi signo y Yo

VIRGO (Ago 23 * Sept 22) - El que espera

> > Dominante en las relaciones. Siempre tienen alguien que los ame. Siempre quieren tener la última palabra. Cariñoso. Astuto. Ruidoso. Fiel. Dado para hablar. Todo lo que siempre buscaste. Fácil de complacer. El primero y único.Virgo, el único signo representado por una mujer, es un signo caracterizado por su precisión, su convencionalidad, su actitud reservado y su afán, a veces hasta obsesión, con la limpieza. Los virgo suelen ser observadores, y pacientes. Pueden parecer a veces fríos, y de hecho les cuesta hacer grandes amigos.El hecho que muchas de sus relaciones con otros resultan ser superficiales es porque en realidad los virgo temen dar riendas a sus sentimientos y les falta tener seguridad en sus emociones y opiniones. Prefieren actuar con reservas y con una disposición agradable. Suelen ser discretos, amables y divertidos con otras personas, y pueden ayudar a resolver los problemas de terceros con una habilidad y sensatez que muchas veces les falta en sus propias relaciones personales.Los virgos tienen encanto y dignidad hasta tal punto que a veces los varones pueden aparecer algo afeminado, aunque no lo sean. Son metódicos, estudiosos y les gusta la lógica. También les gusta aprender, y son capaces de analizar las situaciones más complicadas. No obstante, a veces son tan meticulosos que retrasan la conclusión de proyectos complicados. Son muy intuitivos y son capaces de ver todos los lados de un argumento, lo que hace que les cueste llegar a conclusiones firmes.Los virgo son cariñosos y son buenos esposos y padres. No son muy apasionados en el amor, porque su necesidad de tener orden y disciplina les impide entregarse totalmente a la pasión. A un virgo le cuesta confiar en las personas, no porque sea desconfiado por naturaleza, sino porque tiene poca seguridad en si mismo y extrapola esto en los demás

martes, 19 de enero de 2010

James Dean y la maldición del "pequeño bastardo"

A los 24 años, James Dean sufrió un terrible accidente que truncó su prolífica vida. Aún tenía mucho para dar. Luego comenzaron a escucharse historias extrañas acerca de los elementos del auto de Dean.

James había finalizado el rodaje de “Gigante” y tenía libre la jornada siguiente para participar de una competencia automovilística en el aeropuerto de Salinas: por eso, el actor tenía su novísimo Porsche 550 en los talleres de Competición Motors, donde su amigo y mecánico Rolf Wuetherich le daba los últimos ajustes antes de ponerlo en pista por primera vez.

Al principio intentó llevarlo a Salinas sobre un trailer enganchado a su Ford Station Wagon ´55, pero finalmente decidió rodarlo para tener una idea de cómo se comportaba antes de encarar el primer desafío con el 550. Con respecto al nuevo Porsche –apodado “Little Bastard” (pequeño bastardo) por su dueño- sus amigos le habían advertido el peligro que iba a correr de no manejar con prudencia su máquina, lo que constituiría toda una premonición acerca de los acontecimientos del 30 de septiembre.

Acompañado por Wuetherich, el ídolo de los jóvenes comienza su periplo, pero antes se detiene en Blackwells Corner para comprar una Coca-Cola y una manzana.

Reanuda la marcha, y una hora después llegando a la encrucijada de las rutas 41 y 46, cerca de la ciudad de Cholame, James visualiza otro auto que conduce justo por el lado derecho de la encrucijada. “Tiene que detenerse, tiene que vernos” gritó Dean. Pero no fue así* : Dean choca de costado con un Ford Custom Tudor coupe modelo ´50 manejado por Donald Turnupseed, que venía en la dirección opuesta y al parecer no advirtió la presencia del Porsche plateado en el lado contrario. Rolf sale despedido del coche, se quiebra una pierna, sufre contusiones múltiples y cortes, pero el popular actor muere camino al hospital de Paso Robles.

Turnupsed sufrió heridas menores y declaró que nunca vio el auto de Dean acercándose al frente, hecho que parece entendible debido al reflejo del atardecer y el color plateado del coche de Dean. Los familiares de Jimmy no presentaron cargos contra el conductor del Ford ´50.

Pero el asunto no quedó ahí...alrededor de los restos de ese Porsche se han tejido infinidad de historias que encierran una misma pregunta ¿el auto de James Dean tenía una maldición? Aquí* comienza el misterio.

La compañía de seguros se hizo del maltrecho Porsche para su venta, pero inmediatamente comenzaron a suceder las tragedias: George Barkuis, el chofer que acarreaba el Spyder en un camión, se mató cuando el Porsche cayó sobre él después de que lo recogiera del lugar del accidente.

Un especialista en el armado de autos para Hollywood llamado George Barris compra el coche en $2,500 dólares. Cuando el coche llega al garage de Barris, se desliza y cae sobre uno de los mecánicos que lo descargaban, quebrándole ambas piernas. Con algo de miedo, Barris comenzó a separar las partes del coche que podrían ser revendidas, ya que estaba ampliamente relacionado dentro del mundo de las carreras, y no le sería difícil hallar un interesado. Los pertrechos del Porsche servirían para montar exposiciones y, por supuesto, cobrar una jugosa entrada para que cualquier terrestre lo pueda apreciar.

Barris había iniciado el desarme del auto, aunque tenía sensaciones extrañas sobre el coche desde la primera vez que lo vio.

Sus sospechas fueron confirmadas en octubre de 1956, cuando la persona que le había comprado el motor del coche de Dean (Troy McHenry, un doctor de Beverly Hills) muere tras usarlo en una carrera por primera vez. Luego, otro de sus clientes -William Eschrid, poseedor de la transmisión de “Little Bastard”- se golpea brutalmente aunque sobrevive para contar como su auto se bloqueó bruscamente.

Las ruedas se las vendió a un joven que una semana más tarde se vio involucrado en un accidente debido a un desperfecto simultáneo en las ruedas que pertenecían al Porsche de Jimmy. Esto no terminó allí. Después de una carrera, un chico intentó robar el volante del Porsche de Barris (que era el de Dean) y se cortó el brazo. Tratando de desprenderse del maléfico coche, Barris se lo prestó a la Patrulla de Carretera de California para que lo exhibiera y así* resaltar la importancia de la seguridad y la prudencia en la conducción. Antes de que se lo lleve la patrulla, el garage donde estaba guardado "Little Bastard" se prende fuego y misteriosamente este permanece a salvo mientras el resto de los coches se envuelven entre las llamas.

Cuando el coche fue puesto en exhibición en Sacramento, cayó del stand y le rompió la cadera a un adolescente. Cuando el auto era transportado rumbo a una exposición de seguridad en la ciudad de Salinas, el camión patinó y se accidente. Murió su conductor.

En 1958, Barris prestó la carrocería del Porsche 550 para ser expuesta en una muestra de seguridad vehicular en Miami, Florida. Cuando el objeto fue puesto encima de un camión para ser llevado a Los Ángeles desapareció misteriosamente. Nunca llegó a destino. Desde ese día, el paradero de "Little Bastard” se desconoce por completo.

¿Maldición o destino? La suerte de Wuetherich, el acompañante de Dean, no fue de lo mejor. En 1981, Wuetherich murió en un accidente automovilístico en Alemania, cuando conducía un Honda por una autopista.

Ya como despedida, os dejo una conocida frase de James Dean: Vive Rápido, muere Joven y deja un cadáver hermoso

martes, 12 de enero de 2010

Gran Sabina

CERRADO POR DERRIBO

Este bálsamo no cura cicatrices,
esta rumbita no sabe enamorar,
este rosario de cuentas infelices
calla más de lo que dice
pero dice la verdad.

Este almacén de sábanas que no arden,
este teléfono sin contestador,
la llamaré mañana, hoy se me hizo tarde,
esta forma tan cobarde
de no decirnos que no.

Este contigo, este sin ti tan amargo,
este reloj de arena del arenal,
esta huelga de besos, este letargo,
estos pantalones largos
para el viejo Peter Pan.

Esta cómoda sin braguitas de Zara,
el tour del Soho desde un rojo autobús,
estos ojos que no miden ni comparan
ni se olvidan de tu cara
ni se acuerdan de tu cruz.

No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.

Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que estos son
los últimos versos que te escribo,
para decir "condios" a los dos nos sobran los motivos.

Esta paya tan lejos de su gitano,
este penal del Puerto sin vis a vis,
esta guerra civil, este mano a mano,
estos moros y cristianos,
este muro de Berlín.

Este virus que no muere ni nos mata,
esta amnesia en el cielo del paladar,
la limusina del polvo por Manhattan,
el invierno en Mar del Plata,
los versos del Capitán.

Este hacerse mayor sin delicadeza,
esta espalda mojada de moscatel,
este valle de fábricas de tristeza,
esta espuma de certeza,
esta colmena sin miel.

Este borrón de sangre y de tinta china,
este baño sin rimmel ni nembutal,
estos huesos que vuelven de la oficina,
dentro de una gabardina
con manchas de soledad.

No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.

Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que estos son
los últimos versos que te escribo,
para decir "condios" a los dos nos sobran los motivos.